Hoy en día, la cultura del compañero de cuarto -mejor conocido como roomie-, es algo muy común en México. Las razones para compartir hogar suelen ser diversas; ya sea por motivos económicos, conocer gente nueva o simplemente sentirte acompañado. Sea cual sea tu motivación es un proceso que debe ser bien pensado; ya que traer a casa a alguien desconocido no es una tarea fácil. Además, debes tener en cuenta que la experiencia no siempre puede ser agradable. La persona o personas que vivan contigo compartirán tu vida diaria, lo que puede estar cargado de emociones.
Recuerda que, cuando busques un roomie siempre querrás aligerar la carga de pagar la renta. Hay casos en los que ya vives con varios compañeros en una misma casa y el alquiler es elevado. Y ¿En qué pensaron? Sumar un compañero que aligere los gastos y te permita cubrir la mensualidad. Si este es tu caso o no, pero estás en la búsqueda de un roomie, te damos algunos tips básicos; para que pronto encuentres lo que estás buscando.
Paso 1: Analiza por qué quieres tener un roomie
Hay que ser sinceros, no todas las personas están diseñadas para convivir con otras personas. Compartir casa con tu familia, ya es complicado; imagina hacerlo, diariamente con alguien que no es un familiar. Si te independizaste y estar solo hoy te pesa; revisa si necesitas un roomie como compañía o para llegar con la lana hasta fin de mes. Ante cualquier motivación, si ya vas a compartir, busca a la persona que compagine con tu estilo de vida.
Paso 2: Publica un anuncio
La forma más fácil de encontrar rommie hoy en día es a través de Internet. Aprovecha este recurso para encontrar a la persona perfecta que vivirá contigo. Puedes anunciarlo en páginas especializadas, o bien en las redes sociales. Cuando hayas perfilado a algunos candidatos; puedes enterarte de su forma de vida, gustos y hábitos por medio de sus perfiles de Facebook o Twitter.
Paso 3: Conoce quién vivirá contigo
Después de haber entrevistado a algunas personas, seguro ya tienes candidatos favoritos para compartir tu casa. Para asegurarte que es la persona indicada para convivir… ¡Entrevístalos! Sí, aunque suene a trámite laboral o periodística, pregúntale: ¿A qué te dedicas? ¿De dónde eres? ¿Has vivido solo antes? ¿Has compartido depa? Si así, ¿Por qué dejaste el depa anterior? ¿Cuáles son tus pasatiempos? ¿Puedes pasarme números de referencia? Este tipo de cuestionamientos -además de la percepción que tuviste- podrán darte un panorama más amplio de cómo vive esa persona, cuáles son sus actividades diarias y si te ves viviendo con él o ella.
Paso 4: Que pueda pagar
Uno de los puntos más importantes a tomar en cuenta es el dinero. La persona que elijas como compañero debe tener la capacidad de compartir la renta y los servicios que pagarán. Debes asegurarte que tenga la capacidad financiera y no te deje colgado con la renta. Por esto, te recomendamos averiguar su estabilidad laboral, ingresos y si tiene adeudos con tarjetas y créditos de automóvil, por ejemplo. Esto te permitirá saber cómo administra sus gastos.
Paso 5: Establece los gastos
Para poder tener un equilibrio en los gastos de la casa es importante establecer los porcentajes de pagos que le correspondan a cada miembro. El pago más importante que debe dividirse es la renta, que seguro será en partes iguales. Sin embargo, puede que uno pague más que el otro porque tiene una recámara más grande o utiliza dos; todo se acuerda. Después, hay que establecer quien pagará los suministros, uno puede pagar la luz, otro el agua, el mantenimiento o irse turnado mes con mes. En caso de tener línea telefónica, los servicios hoy ofrecen llamadas ilimitadas nacionales; entonces, una buena idea para controlar las llamadas internacionales, es poner una pizarra junto al teléfono y apuntarlo. De esta manera, cada cual pagará el extra que haya gastado.
Paso 6: Poner algunas reglas
La convivencia es algo básico en la experiencia de vivir con alguien más, para ello es importante establecer las reglas de la casa. Siempre hay que tener una lista con las cosas que se pueden y las que no se pueden hacer. Podrías hacer un acuerdo firmado por ambos o todos; en donde establezcan claramente las condiciones de cada uno. Pónganse de acuerdo sobre qué cosas pueden tomar de la despensa; la reuniones de amigos; la limpieza de las áreas comunes; lugares para fumar y si puede haber mascotas.
La experiencia de compartir tu vivienda con un roomie es un proceso de aprendizaje muy divertido. Mientras tengas claro algunos de los tips que te hemos dado, podrás sobrevivir a la búsqueda de un compañero de casa. Si quieres más tips sobre estilo de vida en el hogar, visita nuestro blog.