Uno de los momentos más temidos de todo cambio de inmueble es LA MUDANZA. Sí, ese momento. Nos flaquean las piernas y nos salen sarpullidos con sólo pronunciar su nombre. Organizar un acontecimiento que genera semejante aversión no suele ser una tarea entretenida, pero debe hacerse, sobre todo cuando la vida nos pide a gritos un nuevo hogar. Cuando nos impulsa a mejorar. Y como sabemos que diseñar un plan de traslado a veces puede resultar tan desagradable como beberte un vaso de vino de serpiente, aquí estamos nosotros para ahorrarte ese mal trago. Estamos convencidos de que si sigues estos tips podrás sobrevivir a una mudanza sin problemas. O sin morir en el intento. Todos hemos pasado por ello unas cuantas veces, y las que nos quedan…
Consulta presupuestos
Si ya tienes en mente cuándo será el Día D, lo más sensato es contactar con varias empresas de transporte para que puedan facilitarte un presupuesto en función de la cantidad de muebles, cajas y demás enseres que vayas a trasladar. También se tienen en cuenta el tipo de vehículo que requieres, el número necesario de operarios y la distancia entre la dirección de recogida y la de destino. Una vez tengas ante ti las diferentes tarifas, escoge la más económica. Y voilà, te quitas de encima una de las partes más feas de toda la gestión.
Haz tú mismo el embalaje
Si la pereza que provoca un asunto tan molesto como una mudanza no ha podido con tu ímpetu, significa que tienes la misma motivación que una hinchada que continúa animando a su equipo incluso cuando pierde. Te mereces una medalla. Si es así, tal vez te apetezca hacer tú mismo el embalaje de tus pertenencias. Por muy fastidioso que sea. Aunque es posible que no sea por una cuestión de ganas, sino de ahorrar en gastos. Si tú eres el encargado de hacer tus propias cajas, al final no tendrás que pagar una suma considerable a la empresa responsable.
Dónde conseguir cajas
Vale, te armas de valor y decides ser tú quien prepare el embalaje. Pero claro, te faltan cajas. O mejor dicho: no tienes ninguna. ¿Para qué ibas a guardar un montón de cartones sin función alguna? Tu casa no es ningún contenedor de reciclaje. Pues para conseguirlas, no hay nada mejor que hacer una ruta por los supermercados y tiendas cercanas a tu domicilio, allí seguro que quieren tirar un montón de cajas inservibles que te irán a las mil maravillas. No seas vergonzoso y pregunta. Al final, todos salimos ganando.
Casa nueva, vida nueva
Mientras organizas tus preparativos redescubres objetos y ropa que dabas por desaparecida, supervivientes que vuelven a la vida misteriosamente. Son aquellas cosas que llevaban milenios acumulando polvo en algún cajón o armario, ocupando un espacio valioso de tu antigua casa. Auténticos fósiles prehistóricos que ya no valen ni para un museo, que no te permitirán sobrevivir a la mudanza así como ellos no sobrevivieron durante la selección natural. Bien, pues ya va siendo hora de deshacerse de ellos de una vez por todas. Y que no te invada la nostalgia, por favor. No es momento para ponernos melancólicos. Aunque si es así, regálalos a alguien que pueda necesitarlos.
Etiqueta por estancias
Llegas a tu nuevo hogar y, de repente, todas las cajas son iguales. Bueno, ya lo eran cuando has metido todos tus bienes en ellas, pero te das cuenta del tremendo error cometido cuando eres incapaz de diferenciarlas, desconociendo su contenido. Si no quieres verte abriendo cajas cutter en mano como si estuvieras perpetrando una masacre, etiquétalas con el nombre de lo que cargan en su interior. Te facilitará las cosas. Y no está de más escribir la palabra “Frágil” en aquellas que contengan pertenencias delicadas.
Asegura ciertos muebles
Si vas a transportar algún mueble compuesto por cajones o puertas y no quieres que éstos se abran, bloquéalos. No vaya a ser que durante el traslado se desmonten y puedan sufrir daños. O también provocarlos. Eso sí: no recomendamos utilizar cinta adhesiva para asegurar dichos compartimentos, pues al retirarla puede llevarse consigo capas de pintura o barniz.
Limpiar antes de mudar
Sería un inconveniente totalmente absurdo ponerte a limpiar la casa nueva una vez hayas dispuesto los muebles tal y como deseabas. Tendrías que pasar la escoba y el trapeador por todo el suelo, lo que conlleva tener que moverlos de sitio. ¿No te ha bastado con moverlos de un domicilio a otro? Que no se te olvide hacer una limpieza a fondo antes de llevar a cabo la mudanza. De lo contrario, te arrepentirás.
Guarda las cosas de valor
Resulta más fiable que seas tú mismo el que transporte aquellos objetos de valor que tienes en más alta estima. Llévalos en una mochila o en una bolsa y sé tú quien cargue con ellos. Pon a buen recaudo las joyas, documentos, o dinero que deberías proteger con tu alma si el mundo estuviera al borde de un Apocalipsis inminente.
Si has seguido todas estas indicaciones a pies juntillas y ahora mismo estás sentado en el sofá de tu nueva casa: Enhorabuena, ya puedes respirar tranquilo. Otra proeza que algún día podrás contar a tus nietos.