Acabas de rentar un piso y lo último que deseas es complicar tu estancia en el lugar. No quieres malentendidos, tan solo piensas en empezar una nueva etapa de la mejor manera posible. Por eso no puedes dejar pasar por alto una figura de suma relevancia, alguien que te facilitará las cosas si cuidas tu relación con él. Sí, ya sabes de quién hablamos: se trata del propietario.
Parte de la responsabilidad de que tu convivencia sea plácida dependerá de la cordialidad que exista entre ambos. Por eso mismo, estamos dispuestos a ayudarte para que dicha relación sea garantía de éxito. He aquí unos cuantos consejos para que el propietario esté siempre contento con su inquilino. Para que no te angusties cada vez que te llama por teléfono, temiendo lo peor.
Presenta toda la documentación
Empezar con buen pie es esencial, no hay nada peor que la mentira para que todo sea vaya al traste de buenas a primeras. En materia de legalidad, di siempre la verdad. Si el propietario te pide que debes cumplir con ciertos requisitos para poder vivir en su inmueble, no mientas. Entrega toda la documentación pertinente y no manipules las cifras de tus ingresos. Si realmente no cumples con el perfil solicitado, no dudes en buscar otra vivienda, seguro que encuentras algo adecuado.
Que no te dé vergüenza preguntarlo todo
Pregunta, pregunta y pregunta. No te preocupes si te sientes como un niño al que se le tiene que explicar todo. Antes de que te entreguen las llaves debes tenerlo todo claro: cuánto tienes que depositar como fianza, cuál es el método de pago que debes utilizar, si se pueden pintar las paredes o cambiar algún mueble. No te arrepientas demasiado tarde del lugar que escogiste para vivir al no haber preguntado lo suficiente.
Lee el contrato concienzudamente
Que no se te escape nada, ni siquiera y sobre todo la letra pequeña. Debes leer el contrato de cabo a rabo para que después no te lleves sorpresas desagradables. El propietario agradecerá que no haya confusiones por algo que constaba en el contrato pero que no leíste. Aunque te dé pereza, aunque sea más largo que la versión extendida de la trilogía de El señor de los anillos. Hazlo y todo será más fácil. Es un requisito de obligado cumplimiento si te vas a mudar en breve.
Paga siempre a tiempo
Puede que suene obvio, pero es que ésta es la piedra angular de toda renta. Algo sin lo que uno no puede vivir, como la receta de la Cochinita Pibil o la letra de El Rey. Paga todos los meses y hazlo en el plazo acordado. Entérate de cuál es el mejor método y hazlo según te lo diga el propietario. Si durante algún mes surgen problemas económicos y no puedes pagar, comunícaselo de antemano.
Cuida el piso para que te devuelvan la fianza
Intenta no causar desperfectos en tu nueva casa. Cuídala como si fuera la tuya propia, recuerda que el propietario no te devolverán el dinero que pagaste al entrar si dañas sus instalaciones. ¿Lo quieres tener contento? Pues ya sabes lo que te toca.
Por tu bien, llévate bien con los vecinos
Puede que ellos no te conozcan a ti, pero sí que conocen al dueño. En una comunidad de vecinos, no existen los secretos. Si creías que habías huido de tu pueblo para conseguir intimidad, no puedes estar más equivocado. Así que mejor llévate bien con ellos si no quieres recibir una bronca por aquella fiesta que celebraste hasta altas horas de la madrugada.
Ésto no tiene por qué ser el inicio de una gran amistad, ni mucho menos. Pero si sigues estos consejos al pie de la letra, apreciarás mejoras sustanciales en tu relación con el propietario. Estará siempre satisfecho, como una madre con su hijo cuando ésta vuelve de vacaciones y ve que en su casa está todo en orden.