No sabemos qué nos ocurre últimamente, pero nos apetece publicar artículos del hogar relacionados con bebés y niños todo el rato, sin parar. Será que deseamos meteros en el subconsciente el propósito de que os pongáis a tener hijos como si estuviésemos en peligro de extinción. ¡Multiplicaos como los Gremlins, que para eso habéis venido a la Tierra! No, ahora en serio. Menuda idea sería esa. Pero hablando de ideas y de críos: si vive entre vosotros un miembro de la familia que crece a marchas forzadas y que empieza a reclamar unos dominios sobre los que reinar, os deberéis convertir en sus súbditos y proporcionarle un espacio donde sentirse amo y señor. Entendemos lo pesado que puede resultar elegir la decoración de la recámara para el niño, por eso en iCasas nos hemos puesto a investigar, para que gritéis “¡Eureka!” ante alguno de los ejemplos que os ofrecemos a continuación. Porque no os daréis cuenta y el pequeño ya habrá volado del nido.
Pero no os preocupéis, tenemos tantas habitaciones como un hotel:
1. Como decíamos antes, el niño querrá sentirse también dueño de un territorio que sienta como suyo. Como los mayores. Por eso tiene derecho a dormir en el interior de su propia casa.
2. Es cierto: no todas las niñas juegan a ser princesas. Pero las hay que siguen soñando con poder serlo. Un dosel digno de la más alta nobleza las envolverá en cualquier cuento en el que quieran creer.
3. No todo tiene que ser recargado y barroco. Una estética minimalista con elementos de madera conformarán una recámara con estilo escandinavo. Todo brilla por el sol y por su sencillez.
4. Si los Jardines Colgantes de Babilonia son considerados una de las 7 maravillas del mundo antiguo, estas literas colgantes deberían ser incluidas entre las 8 maravillas del mundo moderno. Porque nadie puede negar su modernidad.
5. Dejad que la imaginación de los niños vuele libremente. Unos murales o vinilos decorativos estimularán sus fantasías y formarán parte de sus juegos.
6. Y por si la intimidad de su propia recámara no le basta, plantad una tienda india para que encuentre resguardo para la lectura. O para que se cobije cuando le cae una regañina. Esperemos que no desentierre el hacha de guerra como un sioux.
7. Estaréis hartos de recoger carros de juguete por el suelo como si fuerais un camión grúa y que no tengáis un depósito para que el dueño pueda encontrarlos. Pues fijaos en lo que se puede hacer con un soporte magnético:
8. Y seguimos con lo de recoger juguetes y con el uso de las paredes, que son nuestras aliadas. Aquí tenéis otro método que no sólo es práctico, sino que también es de lo más estético.
9. Las niñas empiezan a acumular ropa cuando ya son bien pequeñas. Si no sabéis dónde almacenar tantas prendas bonitas y de repente pensáis en un tronco sin entender por qué: tranquilos. Existe una razón.
10. Olvidaos de aquello de preocuparse por si el niño corre peligro yendo solo al parque, o por si hace mucho frío y no queréis que se resfríe. Le colocáis un columpio en casa y así lo tenéis controlado.
Estamos convencidos de que si acabáis tomando ejemplo de algunas de estas ideas, envidiaréis la recámara de vuestros hijos y adaptaréis algunas de sus particularidades para vuestro propio beneficio. ¿Que no? ¡Se abren las apuestas, señores!