¿Te preocupa tu salud y la manera en la que tu hogar puede perjudicarla?
La tendencia a ser conscientes de que nuestro cuerpo es el hogar más importante en el que tienes cada día es más importante.
Así que seguro que te has puesto las pilas en practicar deporte, controlar lo que comes y, en definitiva, desarrollar la vida más sana posible. O, por lo menos, te has planteado intentarlo.
Pero aun así has acabado enfermando.
¿Alguna vez has pensado que puede ser tu hogar el que te enferme?
¿Cómo podría enfermarte tu hogar?
¡La pregunta del millón y a la que te quiero dar respuesta en este artículo!
Hasta ahora es probable que hayas pensado que todo lo que te he dicho es una calamidad, pero la realidad es que hay más sentido del que te imaginas en lo que te cuento.
Que el hogar en el que vives es diferente que el de tus abuelos es un hecho y la llegada de las nuevas tecnologías ha puesto en jaque tu salud.
En concreto, existen dos detalles a los que les debes prestar atención:
- La ventilación y la renovación del aire del hogar.
- Los campos electromagnéticos de distinta frecuencia.
Y aunque todo esto te suene a chino ahora mismo, te lo quiero explicar.
La ventilación y renovación del aire del hogar
Según los datos que manejan los expertos, te pasas dos tercios de tu vida en interiores. Así que es fundamental que cuides de la salud de tu hogar para sobreponerte a estas circunstancias.
Si quieres mantener una vida de calidad a medio y largo plazo resulta fundamental que hoy comiences a preocuparte de este aspecto.
Tienes que renovar el aire con asiduidad e introducir en tu rutina la necesidad de controlar los niveles de humedad y la temperatura.
Este es el camino para que tu salud no se resienta.
Los campos electromagnéticos de distinta frecuencia
Pero, ¿tú sabes cuál es la madre del cordero? Los campos electromagnéticos.
Durante los últimos años has incluido un montón de aparatos en casa y ni siquiera te has preguntado si pueden ser dañinos.
Pero antes de que suenen todas las alarmas, tienes que diferenciar entre dos tipos:
- Baja frecuencia. Son los enchufes y los electrodomésticos. No preocupan.
- Alta frecuencia. Son los que de verdad te deben preocupar. Se trata de las conexiones WiFi, los celulares… Tenemos que tomar como rutina una serie de comportamientos que nos ayudarán a proteger nuestra salud: el móvil por la noche en modo avión, apagar los routers cuando no los usemos…
A partir de ahora está en tu mano empezar a protegerte de sus perjuicios. Te animo a que formules en los comentarios cualquier duda.
¿Estás cuidando de tu salud en el hogar?