El tamaño no importa; menudo disparate pensar lo contrario. ¿Desde cuándo eso es relevante? Nadie se fija en estas tonterías, en absoluto. Lo que realmente importa es sacar el mejor partido a lo que tenemos. No debemos avergonzarnos de las medidas por muy reducidas que sean. Una casa pequeña puede acabar siendo igual o más encantadora que una mansión inabarcable. Lo esencial, en resumidas cuentas, es tener gusto en cuanto a decoración se refiere. Una vivienda estrecha dará sensación de espacio si la disposición y tipología del mobiliario son los adecuados. Al final, todo dependerá de la creatividad. Deja volar tu imaginación o déjate aconsejar por expertos para aprovechar cada rincón de tu hogar, para hacer que tu casa parezca más grande. Estás convencido de que tienes poco, pero no te engañes. Tu casa tiene mucho que ofrecer. Vayamos por partes, o por habitaciones:
Tu salón es más grande de los que crees
- Usa colores similares: Si la tonalidad del mobiliario se funde con el de las paredes, tu salón se ampliará por arte de magia. Si no quieres que tu comedor parezca una caja de cerillas, mejor evita los contrastes entre colores. Elígelos fríos y suaves, así la sensación de apertura será mayor.
- Sé selectivo: No todo lo que te gusta cabe en tu salón, no seas avaricioso. Además, los espacios demasiado sobrecargados afean el ambiente. Facilita la circulación de tu salón. Coloca lo indispensable eligiendo muebles que ahorren en espacio.
- Butacas en vez de sofá: Olvídate de ese mazacote que ocupa medio salón, aquel que te hace dar vueltas como un carrusel para llegar hasta tu cocina. Escoge un par de butacas elegantes y cómodas para que moverse por tu salón deje de ser una odisea.
- Ten en cuenta la iluminación: Si la luz está orientada hacia el techo y las paredes, tu piso ganará en altura. Tus amigos ya no tendrán que agachar la cabeza al entrar en tu casa. A ver quién se acuerda ahora de la claustrofobia.
- El espacio que ofrecen las paredes: No llores, todo tiene solución. No tendrás que tirar la mitad de tus objetos preciados si recurres a algo tan simple como una estantería. ¿Para qué guardarlo todo en muebles que ocupan demasiado si todo puede colgar de las paredes?
- Juego de espejos: El viejo truco del espejo nunca falla para dotar al salón de un claro efecto de amplitud. Juega con los reflejos para salir ganando si las paredes, de repente, se achican. Si te quejas porque tu comedor es pequeño, hazle un favor con los espejos y parecerá mayor de lo que es.
Cocina sin ser contorsionista
- Apuesta por el color blanco: Tanto en luz artificial como en mobiliario, así ya no tendrás la sensación de estar cocinando encima de una baldosa, sin poder moverte.
- Cuélgalo de la pared: Sobre todo los utensilios de cocina. Si has querido ahorrar incluso en cajones, haz que algunos cacharros cuelguen de las paredes. Así estarán al alcance de tu mano y ni siquiera tendrás que guardarlos.
- Elimina cualquier obstáculo visual: No te compliques más la vida colocando cosas donde no debes. Libre circulación ante todo. Trata de poner los pocos electrodomésticos de que dispones uno al lado del otro, tanto en posición horizontal como vertical. Tu cocina lucirá más grande.
- Mesas y sillas plegables: Si eres de los que tienen la costumbre de comer en la cocina, utiliza mesas y sillas plegables. Así podrás sacar los muebles y guardarlos cuando te hagan falta.
Dúchate sin romper nada
- Muebles pequeños para baños pequeños: Cuando se trata de guardar potingues, papel higiénico y juegos de toallas, nada mejor que muebles bajitos, para que apenas notes su presencia.
- Colgar en la pared puede ser barato: Si es necesario, abusa de las perchas con ventosa. No sólo ahorrarás espacio, sino también dinero.
¿Cómo ves ahora tu casa? ¿Cambiada? Si lo único que consigues visualizar en tu mente es aquella fiesta de inauguración que no pudiste celebrar nada más mudarte, significa que estos trucos habrán servido de algo.