Todos habremos fantaseado alguna vez con tener una casa que cumpla con las expectativas de nuestros mejores sueños. Todos. A quién pretendemos engañar negándolo. Cuántas veces nos hemos sentido hipnotizados por aquel caserón inmenso rodeado de setos, contemplándolo desde la distancia; cuántas veces hemos permanecido atontados delante de aquella alberca olímpica que parecía un lago plantado en medio de un jardín. Estas moradas no pasan desapercibidas ni para aquel que dice ser feliz viviendo en una cabaña encaramada a un árbol. ¡Si es que incluso Tarzán acabó viviendo en la mansión de Greystoke! Por eso mismo, hemos querido hacer una lista de aquellas casas para soñar despierto en México. Aquellas anunciadas en iCasas.mx, por supuesto. Son lujosas, son inmensas, son únicas. Y son caras, sobre todo caras.
Pero soñar es gratis.
1. Imaginad por unos segundos un despertar con semejantes vistas, con la brisa del mar azotando vuestro rostro. Ahora, miradnos a los ojos para decirnos que no, que no os gusta la casa.
2. Necesitaríamos un post entero para describir la belleza de este inmueble. Por eso preferimos que suspiréis ante esta imagen y que juzguéis vosotros mismos.
3. Solamente queremos puntualizar que tiene un muelle privado para salir a navegar por la laguna. Habéis leído bien: muelle privado.
4. De verdad, quién desea tener una casa frente a la laguna cuando existen albercas tan grandes como el Atlántico. ¡Ni siquiera el océano está rodeado de palmeras!
5. Y no contentos con una casa que se puede considerar el PARAÍSO, así, en mayúsculas, van y se la construyen justo enfrente del mar Caribe. Por si no fuese suficiente.
6. Uno no sabe a dónde mirar cuando visualiza este caserón rodeado de césped, albercas y mar. El síndrome de Stendhal se apodera de nosotros. Es tan enorme que en la cocina se podrían organizar partidos de fútbol sala.
7. En Quintana Roo se concentran casi todas las maravillas. Y si no os lo creéis, echad un vistazo a esta propiedad, que tiene casi tantos baños como recámaras. ¡5, ni más ni menos! Jamás encontrarás ninguno ocupado, eso seguro.
8. Sí, sabemos que no es nada del otro mundo. Porque todos estamos acostumbrados a llegar a casa con la banda sonora de una cascada, siguiendo un caminito de piedra que desemboca en una gran escalinata. La bienvenida de todos los días al llegar de trabajar.
9. Sobran las palabras, las imágenes parecen casi sacadas de una postal. Pero cuidado: en esta alberca con vistas al mar se puede activar el modo “a contracorriente”, solo apto para quien no quiere relajarse.
10. Esta villa se encuentra en una zona de máxima seguridad. Pero claro, quién va a pensar en seguridad cuando es tan fácil aislarse del mundo entero.
