Estar encerrado en casa todo el día no puede ser sano. Es recomendable salir; es necesario que te dé el aire en la cara si no quieres tener el mismo color que las paredes de tu salón, con gotelé incluido. Pero entendemos que en ocasiones no te quede otro remedio que quedarte recluido en tu hogar, ocupado en mil quehaceres domésticos o trabajando desde tu despacho sin poder disfrutar de los días soleados. De ahí que tener terraza se convierta en un lujo al alcance de algunos pocos afortunados. Porque respirar una bocanada de aire fresco puede aliviarte cuando los tabiques empiezan a estrecharse y te ves a ti mismo arrinconado en una esquina de tu recámara, como en una película de terror. En esa situación, una terraza se presenta como una salvación; como una nota de color en tu hogar. Es uno de esos privilegios que se valoran más que nunca cuando vives en el corazón de la ciudad, en medio de un mar edificios y calles asfaltadas.
Si te encuentras entre aquellos suertudos que pueden disfrutar de tal espacio, aquí te dejamos algunos ejemplos de cómo decorar tu terraza para que tu hogar se convierta en un centro de reunión para tus amigos.
1. Estamos pensando lo mismo que tú: te despiertas bostezando, estiras los brazos para desperezarte, te levantas, abres la ventana y… ahí está. La tranquilidad con estilo rústico.
2. Los colores dan alegría; tener una terraza da alegría. La combinación entre ambos tan solo puede dar este resultado, a pesar de contar con un espacio estrecho.
3. Y hablando de combinaciones, no está de más mezclar el estilo de la primera foto con el de la segunda. Porque lo rústico y lo colorido también pueden ir de la mano.
4. Saber conjuntar provoca equilibrio, y el equilibrio conlleva paz. Por eso no puede haber mejor plan para hallar la calma que concentrarse en la lectura tumbado en este sofá.
5. Un espacio zen puede acentuarse cuando alguien coloca algo de verde en los extremos. Basta con echarle un vistazo a esta terraza para dar fe de lo que decimos.
6. Si alguien se sienta en esta terraza y no se siente a gusto, es que no está hecho para la comodidad. Resulta imposible no dejarse atrapar por tantos cojines.
7. Acomodarse y extender la mano para casi rozar el cielo. No hay mejor manera de definir semejante lugar instalado en las alturas.