De todas las formas posibles. De todos los tamaños habidos y por haber. De profundidades variables. Rodeadas de césped o escondidas entre edificios. Al lado del mar o en medio de la ciudad. Para disfrute particular o para gozo de toda una comunidad. ¡Para gustos los colores! Las albercas pueden ser tan distintas entre sí como dos gotas de lluvia. Pues sí. ¿De qué os extrañáis? No pongáis esa cara porque no existen dos gotas de lluvia que sean idénticas. Y no sólo comparten ese rasgo en común con las piscinas, pues éstas últimas también vienen como caídas del cielo y almacenan H2O en su interior. En iCasas.mx os queremos dejar boquiabiertos con 9 albercas que de película, de ensueño. De no me pellizques que no quiero despertar. Porque no todo el mundo puede decir que tiene un alberca en casa, algo que se antoja como un remedio infalible cuando los días de sol castigan con tanto calor. Cuando ya no sabemos dónde meternos y el agua se convierte en la panacea.
He aquí algunos modelos de albercas de lujo que bien podrían ser la residencia de Poseidón:
1. Por aquí lo tendríamos muy claro si tuviésemos que montar una fiesta: ¿Veis la mesa? Pues ahí estaría el DJ. ¿Veis la alberca? Pues imaginadla llena de gente bailando.
2. Resulta casi imposible imaginar que te puedas cansar de estar en remojo en esta impresionante alberca. Pero si así fuese, tan solo tendrías que dejarte caer para aterrizar en el sofá.
3. Tranquilos, la corriente no os arrastrará hasta el centro del remolino para que os ahoguéis. Más bien todo lo contrario: os vais a zambullir en el agua y no podréis salir por otras razones.
4. El azul de esta alberca es incluso más claro que el del paraíso. ¿Que cómo lo sabemos? Fijaos en la parte superior de la imagen y comparad los colores.
5. Parece cristal, parece casi una pista de hielo. Parece que si uno se pone a correr podría cruzar la alberca de un extremo a otro. La imagen parece una ilusión, pero no lo es.
6. Te sentirías como el rey de la natación si tuvieras esta alberca en la que poder batir récords haciendo largos. Y decimos rey porque vivirías en una fortaleza con su respectivo puente. No es levadizo, pero puente al fin y al cabo.
7. No, no es una de esas calles de Venecia cuyas casas asoman directamente a un canal. Es más bien una alberca gigantesca con palmeras flotantes. Casi nada.
8. Verse rodeado de tanta vegetación para encontrar una alberca en medio de un claro es casi como hallar un oasis. Conexión directa con la naturaleza.
9. Si echas de menos poder bañarte en la playa, aquello de ir caminando mientras el agua te va cubriendo, no encontrarás un simulacro mejor que éste.