Un director de casting es aquella figura encargada de seleccionar a los actores que formarán parte del reparto de una película u obra de teatro. Es alguien con responsabilidad, alguien con poder. Alguien cuyas decisiones tienen un enorme peso dentro del resultado final de la producción. Que conste que no escribimos esto por si decides cambiar de trabajo, aunque desconocemos si conservas alguna espinita clavada al no haber acabado en la industria del arte. Pero creemos que un agente inmobiliario debe saber qué preguntar a un posible inquilino, por eso decimos que su rol es algo similar al que ostenta un CD, pues en sus manos recae un deber importante. Es el encargado de tomar una decisión que será crucial para el futuro de la propiedad que pretende rentar, pero también para aquellas personas que desean vivir en ella. De su resolución depende que posibles inquilinos puedan empezar una nueva etapa. Para conocer el filtro que tienen que superar los candidatos, hay una serie de preguntas que resultan ineludibles.
Así que ya puedes acomodarte en tu silla para que desfilen los inquilinos. Éste es tu casting particular:
¿Cuándo podrías entrar a vivir?
Imagina que la persona que ha ido a ver el departamento parece satisfecha con lo que ve: asiente con la cabeza mientras abre los armarios de la recámara, se queda un rato embobado ante las vistas de la terraza, se le escapa alguna exclamación de asombro al percibir la luz del comedor… Entonces notas que ha llegado el momento. Ahí es cuando vas y le preguntas sobre la fecha de entrada para medir la urgencia que tiene en encontrar departamento.
¿Llevas mucho tiempo buscando? ¿Barajas más opciones?
Tu departamento puede no ser el único, tampoco tienes que hacerte ilusiones. Puede que el inquilino ya lleve un tiempo buscando y que se conozca todas propiedades del portal de memoria, como si fueran los diálogos de Cantinflas. Tal vez esté dudando entre varias opciones. Intenta averiguarlo. Así podrás valorar otras alternativas si te corre mucha prisa. O podrás considerar alguna rebaja en el precio del inmueble en el caso de que te guste el inquilino en cuestión.
¿Tienes trabajo o estás desempleado?
Esto parece un interrogatorio, pero tranquilo. No formas parte del cuerpo de la Policía Federal. Son preguntas “obligatorias” que el inquilino debe contestar para que estés plenamente informado sobre la persona que vivirá en la propiedad. Uno de los interrogantes que no puede quedarse sin respuesta es el de la situación laboral del aspirante a ocupar el inmueble. Su trabajo te permitirá saber si es capaz de hacer frente a los pagos mensuales de la renta. Para comprobar su solvencia, nada mejor que el recibo de su nómina. Esa información es esencial.
¿Puedes conseguir un aval bancario?
Es el apoyo económico necesario para que estés tranquilo. Si el inquilino puede lograr que su banco responda por él en caso de impago, de seguro que accederás a entregar las llaves de tu propiedad con total confianza. Es una condición de cada vez más frecuente por parte del arrendador. Por lo tanto, que no te dé apuro preguntar por ese documento si lo crees indispensable para que puedas dormir a pierna suelta por las noches.
¿Cuánto tiempo esperas vivir en este departamento?
Otra de las que no pueden faltar. Cada cual estipula sus propios tiempos en función de sus intereses. Puede que el contrato que vayas a redactar recoja determinados compromisos relacionados con la permanencia. Algo totalmente lógico. Pues tal vez a ti, como agente inmobiliario, no te interesa que un inquilino vaya a pasar solamente dos meses en el departamento que tienes en renta. Y también es más que probable que algunas personas busquen estancias más bien breves. Así que mejor guárdate las espaldas y pregunta cuánto tiempo desean vivir en el inmueble aquellos que lo visiten.
¿Tienes mascotas?
Si te gustan los muebles que decoran el comedor y te gustaría que permanecieran intactos, pregunta al inquilino si tiene alguna mascota que se mude con él. De verdad, pregúntalo. Muchos nos consideramos amantes de los perros y los gatos, pero después no nos gustan los destrozos que pueden ocasionar. Tú decides si aceptas o no aceptas mascotas, pero si acabas asumiendo el riesgo de que puedan vivir en la casa, es de sensatos exigir al que se instale una fianza adicional.
Seguro que ya se habrán presentado al casting varios candidatos que quieren hacerse con el mismo papel. Ahora te toca a ti pensar quién merece ser el protagonista.