Lo mejor y lo peor de una familia siempre coincide. Es lo que más nos importa sin haberlo elegido. La realidad es que la felicidad que aflora en nuestro hogar repercute sin paliativos en el resto de las facetas de nuestra vida. Ahora que tenemos todas las cartas sobre la mesa, ¿merece la pena tratar de cuidarla? ¡Pues claro!
El papel del hogar en la vida en familia
Los expertos lo confirman. Si quieres una vida plena, la estabilidad y felicidad familiar es vital. Las personas que disfrutan al llegar al hogar y que no encuentran este tiempo con los suyos como una penitencia digna de Judas son mucho más felices. Parece tan lógico como el hecho de que luego parezca que no estamos dispuestos a cuidarla como merece.
Pero no hace falta que te preocupes. Hoy acudimos a tu rescate. Todos tenemos una oportunidad en la vida para torcernos, pero te prometemos que esta no va a ser la vez en la que pierdas la estabilidad. Hay un secreto efímero en la mente de quienes lo desvelan: con prestar más atención cada día es suficiente.
Basta con ponerlo en práctica una noche para percatarte de sus efectos. Lo notarás. Es fácil ser consciente. Las consecuencias de tus gestos se desvelan en los rostros de los atendidos. Ese movimiento esporádico de sus labios es una sonrisa y las arruguitas perdidas que se forman a la vera de sus párpados son el rastro de un instante cálido que no quiere que se acabe nunca.
Tu promesa es suficiente catalizador para que nos embarquemos en este viaje a tu vera. Te hemos preparado un mapa. Una cadencia de puntos que parecen unirse con inercia cuando das el primer paso. ¿Estás preparado para cambiar por completo tu vida? Apunta:
- Tiempo en familia significa tiempo en familia.
- Deja de ser esclavo de las horas para convertir al reloj en tu aliado.
- Juntos hasta la tarea más rutinaria puede ser épica.
¿Estás preparado para mejorar tu vida?
Tiempo en familia significa tiempo en familia
Grábatelo a fuego en la mente. En la vida no hay tiempo para todo cada día, pero para lo que nunca no puede haber es para la gente que te importa. Da igual en qué clase de galimatías camines o las ropas con las que se cobijan los hombres grises de tu vida.
Está en tu mano pintarles de color la chaqueta o deshacer el entuerto en el que se ha convertido cada una de tus jornadas. Basta de excusas. Cuando todo acabe y la noche eterna reduzca tus ojos por primera y última vez, lo único que te va a haber importado es cuidar de todas las personas que tuviste a tu alrededor.
Todo lo que te contamos es fácil de aplicar. Cuando estés con los tuyos tienes que luchar porque sea tiempo de calidad. Por ejemplo, si juegas con el pequeño, que no se te ocurra tener la mano en el celular mientras respondes emails. Y una cena en pareja es un lugar para hablar, mirarse y sonreír. Ríndete a las personas, no a las máquinas.
¿Lo entiendes? Todo encaja si sabes afrontar cada instante con una atención pasmosa. Una risa compartida es elixir de vida eterna.
Deja de ser esclavo de las horas para convertir al reloj en tu aliado
A estas alturas de la vida no te vamos a pedir imposible. Somos totalmente conscientes de que hoy en día no es probable que puedas no llevarte el trabajo a casa. Vivimos tan hiperconectados que nos hemos convertido en los esclavos de nuestro propio progreso. Y lo peor es que las cadenas las llevamos todos en nuestros bolsillos.
Tienes que plantarte. Aceptar trabajar desde tu hogar puede tener un sentido, pero jamás permitas que condicione el resto de tu vida. ¿Vives para trabajar o trabajas para vivir? Nunca te olvides de qué es lo importante. En cuanto la hagas, volverás a vagar por el camino silencioso que precede a la soledad.
Ponte horarios. Olvídate de las tareas cuando la aguja supere la hora prevista. Tus hijos y tu pareja no tienen la culpa de que tu jefe piense que le debes más a la empresa que ellos. ¿Sabes por qué? Porque no tienen razón. Ellos te darán la patada en cuanto no les valgas, pero cuando te caigas, que sepas que ellos estarán a tu vera para levantarte. Los golpes son menos duros si sabes que habrá alguien para sujetarte.
Juntos hasta la tarea más rutinaria puede ser épica
La vida es irónica. La mejor de las historias se pinta con incertidumbre. Ni siquiera las palabras más precisas parecen inocuas a las cuestiones más rutinarias, pero la magia de la imaginación es capaz de transformar cualquier instante tedioso en uno épico. La felicidad de un niño está en tus manos.
Las tareas del hogar están ahí. Forman parte de la rutina de todos. Pero tú puedes elegir si prefieres encararlas con cara de pocos amigos o transformar cada deber en diversión.
Implica a tus hijos. Haz que se sientan parte. La limpieza de unos cristales puede ser la manera de escapar de un dragón y barrer el polvo es acabar con el rastro con el que el monstruo de debajo de la cama puede encontrarnos.
Tú decides. Tú pones las palabras. Tú creas la historia. La felicidad, las energías y las ganas de cambiar el mundo ya las llevan ellos.
Estos son los tres consejos que te queremos dar para que disfrutes de la vida en familia. Está en tus manos. Solo en ellas. Decide si quieres sacarle partido a cada segundo o que cuando menos te lo esperes estés bailando el vals de la muerte sin más pareja que unos remordimientos que te acompañarán a lo largo de toda la vida.