A veces sentimos que se habla del contrato de alquiler como si fuera un ser de otra dimensión. Parece que se genera espontáneamente y que no hay inmiscuida persona alguna en esta relación. Pero no, no tenemos que verlo así. Es un error. Jamás hay que olvidarse de que hay dos personas implicadas. Por ello el factor humano es tan importante. Incluso más desde tu posición de arrendatario.
El factor humano es esencial en el contrato de alquiler
¿Miraste a los ojos de tu contraparte la última ocasión en la que firmaste un contrato de alquiler? Puede que te parezca una tontería, pero no lo es. Te lo aseguramos. Cuando llegamos a un acuerdo en forma de relación contractual, nos perdemos siempre por el texto que conforma la base legal. Sin embargo, se nos olvida que delante tenemos una persona. Alguien como nosotros. Con miedos, dudas y que también está a punto de entrar en una nueva etapa de su vida. Por ello no hay que olvidar nunca que el factor humano es un aspecto clave.
De esta manera, a la hora de tomar tu posición como arrendatario de manera fuerte, te recomendamos que prestes atención a estos cinco puntos.
- ¿Estás seguro de que es la vivienda que deseas?
- No te gastes más del 35 % de los ingresos familiares en ella.
- No se te ocurra entregar una señal sin visitarla.
- Propón contratos de mayor duración.
- Contrata un seguro de hogar.
¿Estás seguro de que se trata de la vivienda que deseas?
Cuántas veces nos habremos encaprichado y terminado actuando por la inercia de la ilusión momentánea. Si compramos una bolsa de patatas fritas, no pasa nada. El problema surge cuando se produce en la tesitura de un bien de mayor valor, como es el caso de un contrato de alquiler.
Por ello, cuando acudas a firmar este contrato, asegúrate de que lo tienes claro. Date un plazo para reflexionar con calma y no te lances por si acaso. Merece la pena asegurarse.
No inviertas más del 35 % de tus ingresos
Lo hemos repetido en tantas ocasiones en este blog que ya actúa en forma de mantra y mandamiento. Si pudiéramos descender de los cielos con diez normas que acatar siempre a la hora de lanzarse a firmar un contrato de alquiler, esta sería la primera.
Te recomendamos que nunca le dediques más de un 35 % de tus ingresos familiares al pago del arrendamiento. Por supuesto, tampoco al de una hipoteca.
Esta es la cifra mágica que te va a permitir llegar a final de mes sin tener la lengua fuera. Tampoco significará que vivas desahogado, pero al menos no tendrás que actuar cual malabarista acelerado para jugar con las cifras cada día.
Antes de entregar una señal, visita la vivienda
Al igual que no te comprometerías con una persona que acabas de conocer por Internet, sin verla por lo menos antes, con un inmueble tampoco tienes que dar este paso a la hora de firmar el contrato de alquiler.
Parece mentira que tengamos que advertirte de que las fotos de Internet pueden engañar. ¡Que estamos en el año 2018! Así que hasta que no poses tu mirada en el interior de la vivienda y te sientas a gusto en ella de cara al futuro, no sueltes ni un solo céntimo.
Propón un contrato de mayor duración
Este punto es clave. Si tienes la sensación de que ese puede ser el lugar de tus sueños, no te cortes: propón un contrato de mayor duración. Es decir, ¿por qué no arriesgarse a garantizarse la estabilidad en el medio y largo plazo con esta decisión?
Esta es una recomendación personal de iCasas Co. El propietario entenderá que vas en serio y se fraguará una mejor relación entre ambos. Firmar un contrato de alquiler en esta tesitura siempre es mejor.
Contrata un seguro de hogar
Los seguros del hogar son una ayuda clave en cualquier contrato de alquiler. Hoy te hemos vendido el mundo como si fuera de colores y el arcoiris su único monarca, pero la realidad es que tiene mucho más claroscuros de los que nos gustaría admitir.
De esta manera, mantén la cabeza fría y cuando tomes una decisión hazlo con precisión milimétrica. Contrata un seguro que cubra la responsabilidad civil y asegúrate las espaldas.
Estos son los cinco consejos que te damos en relación al factor humano del contrato de alquiler. Son muy personales y creemos que pueden venirte bien. Ahora está en tu mano jugar tus cartas, decidir cómo vas a desarrollar esta partida y, ante todo, encontrar ese lugar donde se fraguen tantos recuerdos.