Ya lo decía el Almirante W. McRaven en su famoso discurso. Una de las personas que dirigió la operación para atrapar a Bin Laden contaba que el secreto para alcanzar el éxito en esta vida radicaba en hacer la cama nada más levantarte. No obstante, nosotros queremos ir más allá: ¿qué más detalles puedes sumar a tu rutina para incrementar la armonía de tus sentidos en casa?
Construye en los detalles una vida feliz en tu hogar
Seguro que lo has sentido en alguna ocasión. Cuando en tu hogar manda el orden, reina la paz. Sin caos, el sosiego permanece en tu corazón. Es natural sentirse en línea con tus sentidos si te alejas de los desaires de la falta de criterios.
¿Sabes cuáles es uno de los focos de inestabilidad emocional más poderosos de tu hogar? Los platos sucios. La pila que se acumula hasta imitar a la Torre de Pisa en tu fregadero es una llamada de auxilio para la calma. Si quieres asegurarte de que la paz no desaparecerá en forma de paloma por la venta y correrá en busca de un auxilio, entonces friégalos nada más terminar de comer. Sabemos que da pereza, pero lo agradecerás.
¿Que quieres más? Pues marchando, por supuesto. Las ventanas son la frontera de la seguridad de tu hogar con el exterior, pero también esa línea invisible que te separa del mundo real. Ábrelas nada más despertarte y deja que la brisa golpee tu rostro. Siente la vida que se esconde allí fuera, esperándote.
Ya que estamos por aquí, ¿qué tal un bis? Un consejo más para potenciar tu felicidad en un hogar donde tú tomes las decisiones. Elige plantas que acompañen tu día. No necesitas tanto tiempo para cuidarlas como te han contado y todos necesitamos momentos de calma en los que relajar el latido del corazón y acompasarlo con unas respiraciones que no parezcan de soldados en guerra. Además, aportan color y oxígeno a tu casa. ¿Qué más puedes pedir?
¿Cuál es tu secreto para ser feliz en tu hogar?
Podríamos repetirte mil consejos y escribir hasta que los dedos se nos cayeran de las manos, pero la realidad es que los secretos se esconden dentro de cada uno y la única manera de alcanzar esa felicidad anhelada es escuchar a nuestro corazón y apostar por lo que tenga que contarnos.