Cuando te hemos hablado sobre formas de ampliar tus posibilidades de acceder a una hipoteca, siempre hemos afirmado que el hecho de no acudir en solitario es un factor importante. Sin embargo, y lejos de cuestiones que son meramente económicas, ¿contratar una hipoteca con tu pareja es una locura o una genialidad?
Ventajas de contratar una hipoteca con tu pareja
Cuando hablamos de las ventajas de contratar una hipoteca con tu pareja, existe una que sobresale del resto. Esta es la de que limitará la responsabilidad de cada uno de vosotros. Además, supondrá un grado de estabilidad económica mayor. Por ende, las posibilidades de recibir el préstamo crecerán.
Pero claro, no todo lo que reluce es oro. Después de todo, estás poniendo como base de una estabilidad económica la coyuntura de tu relación. Por tanto, la tensión y presión que esta tendrá que aguantar será superior. Y no todas las parejas son capaces de avanzar por este camino.
Desventajas de contratar una hipoteca con tu pareja
Aunque te parezca extraño, la media de años que perdura el amor en muchos países es inferior a la cuantía de estos que supone el pago de una hipoteca. Así que tienes que tener en cuenta que por mucho que la relación sentimental se desgaste con los años, la hipoteca se va a mantener con la misma fuerza. Y el problema surge, sobre todo, cuando la separación no es amistosa, sino que termina con un conflicto latente y rencor por doquier.
No obstante, tu pregunta ahora es: vale, si todo esto está muy bien y es un problema, pero, ¿qué puedo hacer yo si me encuentro en esta situación?
¿Qué sucede si se rompe la relación con la que has solicitado la hipoteca?
En esta situación tienes cuatro opciones en tu mano:
- Vender la casa a un tercero y saldar la deuda con la entidad bancaria.
- Comprar la casa a la otra parte.
- Realizar una extinción del condominio de la vivienda. A nivel tributario es tu mejor opción.
- Solicitar al banco la liberación de la deuda de una de las partes. Sin embargo, no suele dar resultado. A la entidad bancaria el interesa que ambos sean responsables, pues garantiza una mayor estabilidad.
Con todo esto te queremos decir que solicitar una hipoteca con tu pareja no es una mala opción. Sin embargo, tienes que tener siempre en cuenta en qué tesitura estás jugando tus cartas. Después de todo, esta obligación deudora nos acompañará durante gran parte de nuestra vida.