¿Cuántas veces en los últimos meses has escuchado hablar sobre modelos de ciudades sostenibles?
Seguro que no te quedan dedos para contarlas. Se ha convertido en el objetivo de todas las ciudades. Casi en una obsesión. Y así han tomado un papel clave en la evolución de todos los Gobiernos.
Se habla tanto de futuro que parece que ya ha llegado al presente. Y aparecerá antes de que nos demos cuenta. En menos de un parpadeo.
Pero ¿por qué se adapta tan bien al sector?
Eso es lo que te queremos contar hoy.
Un modelo de ciudad sostenible para una nueva sociedad comprometida
No es que las ciudades hayan cambiado, sino que nosotros lo hemos hecho y ellas se han adaptado a nuestras nuevas necesidades.
Para muestra un botón. Y este es uno de los botones más importantes. Antes las personas elegían las ciudades porque era donde se encontraban los principales núcleos empresariales y económicos.
Esto hoy ya no sucede. A la mayoría de la gente no le importa dormir en una ciudad diferente a la que trabajan si ello les ofrece más de lo que buscan.
Así que la pregunta clave para comprender el nuevo modelo de mercado es: ¿y qué es lo que están buscando?
Un estudio de JLL afirma que es:
- Sostenibilidad.
- Calidad de vida.
- Innovación.
- Experiencias.
- …
Como ves, realidades muy diferentes a las que antes tenían en mente.
La sociedad ha evolucionado en busca de un modelo de ciudad sostenible y diferente.
¿Cuáles son los modelos económicos de las nuevas ciudades?
Cuando los expertos hablan, estos diferencian tres tipos de economías que priman y primarán en las ciudades del futuro.
- Economía de la innovación. Un modelo que busca optimizar el espacio, derribar prejuicios y que enfatice las ubicaciones de empresas centralizadas.
- Economía de la experiencia. Están basados en servicios a los clientes a la carta, que se conseguirán gracias a la recopilación de datos individualizados facilitados por las nuevas tecnologías.
- Economía circular. Un modelo que obliga a ser más eficiente en las operaciones y a lograr una mayor densidad para darle más vida útil a los activos.
¿Y qué debemos recordar de todo esto?
El futuro cada vez está más cerca. Tanto, que pronto hablaremos de presente.
Y en todo ello hay que tener clara una idea. Cuando suceda, no contemplaremos una brecha y un cambio revolucionario, sino que poco a poco asumiremos todos ellos en nuestro estilo de vida.
Vaya, como ha pasado con todas las revoluciones que hemos vivido.