Starbucks se ha convertido en el hogar de muchas personas. Se ha erigido como el gran baluarte del café. Como ese espacio donde los amantes de la cafeína se pueden dar cita para mucho más que tomarse uno bien sabroso. Allí se sienten parte de algo más. Es una cultura. Una realidad que les convierte en parte de una historia. Y no hay nada más importante para el ser humano que saberse consciente del cariño y aprobación de quienes le rodean.
Starbucks es mucho más que hipsters
Durante los primeros compases de su historia, eran muchas las personas que atribuían al cliente de Starbucks un solo arquetipo: el de hipsters. Esas personas con lentes de pasta, barba bien larga y un estilo de vida diferente al resto. Sin embargo, aunque sigue manteniendo esa esencia de lugar independiente y para personas especiales. A pesar de que hoy en día haya pocas cafeterías más masificadas que esta, ha llegado muchas más personas, con independencia de la manera en la que organicen su vida.
Lo más importante que han logrado es que cada persona en su interior sea diferente a otra. Pero que todas se sientan parte de un todo común. Y en este mundo, te lo decimos nosotros, es mucho más complicado unir que separar. Por eso tiene tanto mérito lo que están logrando con una simple marca de cafeterías.
Así, cuando entras puedes ver a personas de lo más variopintas. Estudiantes, ejecutivos, incluso personas más mayores que solo quieren descansar y dejar pasar el rato. Ellos ya lucharon todo lo que tenían que luchar durante su juventud.
El Starbucks más especial del mundo se encuentra en Shanghái
Starbucks cuenta ya con más de 24.000 establecimientos repartidos por todo el mundo, pero, entre todos ellos, hay uno que destaca por encima del resto. Este es el de Shanghái. Un lugar que roza los 3.000 metros cuadrados de superficie. Una cantidad que, para que te hagas una idea, es la mitad que el estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid.
Como te puedes imaginar, no solo es que el Starbucks más grande del mundo. No existe ninguna cafetería que sea capaz de hacerle frente. Pero bueno, que sus virtudes no se terminan en su tamaño. Ya sabéis lo que dicen, que este no importa tanto. También hay otros detalles en los que destaca por encima del resto. En sí, su gran baluarte, aquello que capta la atención de tantos, es la experiencia de realidad aumentada que ofrece con el objetivo de mejorar la experiencia del usuario y, además, hacer más fácil de gestionar un local tan inmenso.
La gamificación como pauta clave de este Starbucks
Si seguimos excavando en esta historia nos vamos a dar cuenta de que en este Starbucks no se ha dejado nada al detalle. Por ello, con todo el tema de la realidad aumentada, también se quiere conseguir que el cliente tenga un aliciente para volver a menudo a la entidad.
Para ello han creado una serie de insignias para los clientes. Estas dan ventajas conforme más se acude al establecimiento. Consiguiendo así una mayor fidelidad.
Todo se traduce en la mejor experiencia para el cliente
Starbucks tiene claro que la manera de competir contra el resto de entidades. Sabe cómo lograr que siempre la elijan por encima de todas las demás es mejorar cada día la experiencia del cliente. Por ello, quieren que se sientan parte de este proceso. Que sean conscientes de cómo se prepara cada alimento y bebida que van a tomar.
De esta manera, el Starbucks de Shanghái es el único establecimiento de esta franquicia del mundo donde todo es artesanal y el cliente puede mirar el proceso de cocina de cada uno de ellos. Todo queda en familia y la familia también incluye a los clientes.
El impacto de Starbucks en el mundo
El negocio americano ha cambiado la manera en al que se consume café a lo largo del mundo. Ya no se ve simplemente como una bebida. Se ha creado cultura e historia alrededor. Quien sabe, quizás algún día acabes acercándote a este establecimiento de Shanghái y a ti también te cambie la razón de ver a estas entidades.
¿Qué te parece el Starbucks más lujoso del mundo? A nosotros las imágenes nos ha generado unas ganas locas de tomarnos un buen café ahora mismo y, además, de poder visitar uno de estos establecimientos. Aunque bueno, vamos a apostar por uno que se encuentre relativamente cerca, que Shanghái hoy no nos viene demasiado bien.