El contrato de arrendamiento es un acuerdo entre dos partes que trata sobre las condiciones, derechos y responsabilidades entre el propietario y el inquilino. Este tipo de contrato sirve para dar certeza a ambos implicados en el consenso, y normalmente tiene un plazo que se debe cumplir por el inquilino y el dueño. Pero, ¿qué sucede cuándo se rompe este contrato? Si quieres saber más detalles sobre las clausulas de un contrato, puedes consultar más detalles en nuestro blog. Aquí te contaremos algunas formas de terminar correctamente un contrato. Toma nota de esto que compartimos para ti.
Revisa detalladamente el contrato
Una de las primeras cosas que debes de hacer si firmaste un contrato de arrendamiento y tienes pensado terminar con él, es revisar minuciosamente el documento. No será grato que te hagas acreedor a una penalización. Los contratos se firman por in tiempo determinado y normalmente se queda un depósito en garantía.
Prevé tu salida del inmueble
Algunos propietarios están en deposición de dar por terminado el contrato antes de lo pactado en el acuerdo. Sin embargo, es mejor que lo preveas, puede que tengas que pagar una cuota por desalojar la vivienda. Lo ideal es que, de ser posible, avises con anticipación de tu salida de la propiedad.
Recomienda al propietario un nuevo inquino de confianza
Un buen gesto al momento de romper con el contrato es ayudar al propietario a que encuentre un nuevo inquilino, puede ser un amigo, compañero de trabajo o incluso un familiar. Así la propiedad no se quedará vacía, incluso podrías llegar a un acuerdo con el propietario y evitar una sanción por irte antes de tiempo.
Subarrienda el inmueble que habitas
Un contrato de arrendamiento también te permitirá, como inquilino, subarrendar el inmueble a otra persona; es importante que el contrato permita esto, de lo contrario caerás en una falta, pues la ley prohíbe subarrendar sin consentimiento del propietario.
Logra un acuerdo con el propietario
Si el dueño de la casa que habitas es una persona con la que llevas una relación cordial, puedes llegar a un acuerdo. Existen diversas razones por las que ya no quieras vivir ahí, el costo de la renta, la comodidad, o cualquier otro factor. Si se trata de la comodidad, puedes sugerirle al propietario que haga algunas adecuaciones con las que te sientas mejor. En el caso del precio de la renta, puedes negociar un precio justo que convenga a los dos.
Lleva un registro de todo lo que ocurre
Ya hiciste todo lo posible para llegar a un acuerdo con el arrendador y así poder romper el contrato en los mejores términos, pero no lo lograste, prepárate para el proceso legal. Si antes de tomar la decisión de romper con el contrato le sugeriste hacer algunas mejoras en la casa y no las hizo, documenta tu petición. Toma fotografías de las reparaciones que el dueño no realizó, guarda los documentos que firmaste durante tu estancia y recopila correos electrónicos y mensajes de conversaciones con él.
Importante asesorarse legalmente
Las demandas no son lo más adecuado para ninguna de las partes, esto generará un costo que seguro ninguno de los dos tenía contemplado. Aunque este recurso es el menos recomendable, también es útil. Acercarte a un abogado que te ayude a mediar la situación y con ello lograr romper el contrato en los mejores términos. El licenciado conoce mejor tus derechos y te ayudará a salir de esto, también te ahorra el tener que estar peleando tu mismo.
Ahora ya sabes qué puede hacer al momento de romper con un contrato de arrendamiento. En el blog de icasas encontrarás recomendaciones que seguro serán de gran ayuda en tu vida.